21 oct 2014

Que mañana tan fría y sola
ese anhelo de sentir el fuerte movimiento de mi palpitar
con mis dedos secos y helados, necesitados de expresar
las cálidas miradas parecen ausentarse cada día más
las ilusiones apagadas poco a poco están.
Queda un soplo de esperanza
que en ocasiones parece estallar
los buenos recuerdos parecen estrellas fugaces
son hermosos pero inalcanzables
la paciencia se contrae y se expande.
El vaivén de la costumbre es imparable
consume pero se ha vuelto imprescindible
el miedo es todo y a la vez nada
solo mantiene atadas las acciones.