El viento debería de dejar de regresar lo que se lleva, de alejar lo que no queremos perder, de meternos en los ojos lo que no nos hace falta, de arrebatarnos lo que por tanto tiempo hemos cuidado, de destrozar lo que tanto nos ha costado construir y empolvar lo que descuidamos.
Por ti me volví loco para morirme así.
ResponderEliminarA cabrón, morirte cómo.
ResponderEliminar