23 jul 2013

Esas nubes me miraban caprichosas,
gritaban desesperadas
como esperando el momento preciso de bañarme con su orgullo.
Yo me oculté ansiosa,
como anhelando escapar de su desprecio. 
Todo fue en vano, 
ni si quiera los brillantes colores del arco iris pudieron salvarme.
Al final yacía mi cuerpo inmóvil en el suelo
empapado con el desprecio de miles de gotas heladas. 



16 jul 2013



Ojala nunca hubiese permitido que me erizara la piel con solo oírle hablar, así su silencio no haría sentir que se me desgarra lentamente.

14 jul 2013

Tengo una rama de espinas atravesando mi garganta,
se enreda en mi cuello y perfora mi piel.
Me quita las fuerzas, hace estremecer mi respiración,
se coloca con sosiego y me deja sin razón.
No intento más quitarla, me ha cortado las yemas de los dedos
me ha herido la voluntad y dejado sin fortaleza.
Tengo una rama de espinas atravesando mi orgullo
me ha apartado de mi libertad y dejado sin poder de decisión.







9 jul 2013

Lo vi
sentí un soplo frío
luego uno ardiendo
a través de mi.

Lo oí
agitado respiraba
pasó tan cerca
huí.

Esa canción
corrió a mi mente
ese atardecer
se fue impaciente.

Lo seguí
perdí el aliento
lo tuve de frente
no me atreví.




Sabor a tierra.

Nada me atrapa más que un golpe de realidad arrastrado desde el ayer. Cómo se puede tropezar con la misma piedra, cómo puede estar la piedra en distinto lugar y tiempo pero siempre siendo la misma piedra. Desenredando mis cabellos pude darme cuenta que por más mirar la raíz, no será diferente. No cambiarán esas puntas desteñidas y olvidadas.

Me gusta deslizarme suavemente rumbo a la perdición, disfruto cada detalle de poder perderme a mi misma y es que me encanta al final del día, saber encontrarme. Me sorprenden las notas ausentes que encuentro al final del túnel del olvido, al tomarlas y sentir como me queman las yemas de los dedos con cada letra, se transpira el dolor, la ilusión y el deseo.

Lo más divertido es sentir el cosquilleo al ver llegar las lagrimas hasta la orilla de mis labios, que sin querer esconden una traviesa sonrisa al darme cuenta que la piedra, esa piedra que me ha hecho caer cientos de veces, esa piedra siempre seré yo.