Se me están quemando los dedos

las grietas incrementa entre recuerdos.
Me está comiendo el orgullo
da igual yo siempre le huyo.
Perdieron su efecto los inviernos
ya no me detiene el frío
ni me asusta la nieve.
De nuevo todo carece de sentido
y nada se lleva toda la importancia.

La canción de mi vida.

No sé, a veces intento encontrarme en un mundo lleno de perdición. Pero es como si todos mis intentos fuesen frustrados por la idea tan absurda de no saber lo que realmente quiero. No es mi culpa ni la de nadie, viene desde la predisposición, el contexto, los cambios sociales y pues mi resistencia más que nada, pero que más da, un simple rasguño puede atravesar tu piel, pero no hay nada que con el tiempo no se vaya a borrar, sino pues siempre se puede evadir u ocultar.
No es para que lo entienda, pero cómo me gustaría al menos intentar explicarlo, pero no, siempre se queda todo amontonado, enredado, abandonado...
Me da risa, porque pues está mejor.

                                                                                                                                                                                                                                                                               Me arranqué la espina que traía enterrada, 

no sentí dolor ni alivio, 

no sentí nada. 

A veces me imagino que ya no sé sentir, 

que ya no sé ser. 

Luego me asusta imaginar, pero me asusta más despertar,

y no tener espinas. 

Ya no te quiero. 

Me di cuenta al rato de que volviste, fueron tantas veces las que me acostumbré a repetir "no volverá a pasar" que al fin se me hizo realidad. Te tuve y no sentí más nada, ni si quiera por el recuerdo de que me erizabas la piel con el simple hecho de oír tu voz.

Sin querer me di cuenta. Sí, me sorprendió, era evidente por lo nublado de mis ojos. Se fueron derramando en ridículos ríos por mis mejillas, una parte de mí no entendía que estaba pasando, pero al recordar sus labios aquella tarde al final del verano, yo sólo me di cuenta de lo mucho que le extrañaba, luego removí mis lentes con mi mano y con las puntas de los dedos arranqué mis lágrimas de raíz.

Háblame sobre el exceso de besos, la sobredosis de falso cariño y la nebulosidad en el camino. Las miradas regadas en el tiempo, las hojas sueltas que se deshacen con el viento y el delicioso frío que trae el esperado invierno.

Ventana sobre la utopía

"Ella está en el horizonte.
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos
y el horizonte se corre
diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine
nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve:
para caminar."

Te esperé toda la tarde, pero tu nunca escuchas lo que pienso.

Ya no me despierta el recuerdo,
a nada me sabe
y ni si quiera me arrepiento.

Se apagaron mis rosas de septiembre

no debí dejarlas al sol

tanto me esmeré en cuidarlas

y sin saber las fui matando. 

De nada me sirven mis lunares
a veces pienso que son esos besos
esos besos que no dí
y estallan como puntitos color café en mi piel.

Me asustan mis miradas

porque no sé callarlas

ni sé que tanto hablan

nunca puedo controlarlas.

Hojas sueltas del 2009.

De las flores a las estrellas
se siente el mismo espacio,
el mismo clima, el mismo tiempo
que entre tus ojos y mis labios.

Me escapé un momento de mis pensamientos, viendo a la mujer que habla de su pasado cuando era bonita, tratando de desenredar sus cabellos de alambre y abriendo las ventanas para que no perciban su penétrate olor a humanidad abandonada.

Me duele allí, justo donde no puedes ver ni sentir

no podrías entenderlo, tu no tienes nada en esa parte de ti.

Pero no es tu culpa ni la de nadie, 

la defectuosa siempre he sido yo. 

Vengo con un hueco en el alma, con espinas en las uñas, labios encadenados, veneno en los ojos y se me resbala la vida a cada instante.

Una rosa

Ladrona de sonrisas

De suaves pétalos e hirientes espinas

Acarreadora de miradas

Su aroma se escusa en recuerdos

De fugaces colores

Con carentes reflejos

Del contacto a la ausencia

Llenan mares

Sin ella

  

Por escrito, una llamada, con una paloma, una canción, un silbido, señales de humo...

¡Hasta con un suspiro!

No hay ni vela, ni cerillo ni pensar en un rayo de sol, le iluminan solo las colillas a medio morir de sus tropiezos, que si bien ha sabido caer en blandito la mayoría le dejó marcas absurdamente imborrables. El fuego se consume de manera lenta pero la esencia del olor se queda impregnado en las grietas del alma, ahí en medio, donde no se puede quitar.

Tengo unas incontrolables ganas de aventar todo por la ventana, dejar que se lo lleve la noche, que se pierda con lo infinito de las estrellas y si llegase a escapar, lo oculten de mi las nubes que escupen tormentas.

Hagamos un trato

Te regalo mis labios para tu cuello, mis dedos helados y con olor a cigarro.

Regresé de la tranquilidad del verde difuminado por el humo de mi cigarro, me envolvió una vez más en su preciosa locura, aclarando la mía y haciéndome recordar el por qué de mis viejas manías, de perderme en el atardecer hasta embriagarme con la luz de la luna. 

Sigo aturdida  por tantas injusticias en la vida.

Nunca me había visto tan irreconocible, me asusta un poco disfrutarlo tanto.

  

Femme fatale

Here she comes, you better watch your step
She's going to break your heart in two, it's true
It's not hard to realize
Just look into her false colored eyes
She builds you up to just put you down, what a clown

'Cause everybody knows (She's a femme fatale)
The things she does to please (She's a femme fatale)
She's just a little tease (She's a femme fatale)
See the way she walks
Hear the way she talks

You're written in her book
You're number 37, have a look
She's going to smile to make you frown, what a clown
Little boy, she's from the street
Before you start, you're already beat
She's gonna play you for a fool, yes it's true

'Cause everybody knows (She's a femme fatale)
The things she does to please (She's a femme fatale)
She's just a little tease (She's a femme fatale)
See the way she walks
Hear the way she talks

Quiéreme

Quiéreme sin mirarme a los ojos,
sin olerme el cabello
ni tocarme los dedos.
Quiéreme sin morderme los labios,
sin rozar mis caderas
ni perderte en mis brazos.
Quiéreme sin apagar mis silencios,
sin besarme el cuello
ni salpicarme tus recuerdos.
Quiéreme sin lamer mi cintura,
sin respirarme en la espalda
ni arrancarme el aliento.
Quiéreme sin rasgarme el alma,
sin descuidar el momento
ni enviciarme a tu ausencia.

Me había vuelto tan fácil de ahogar en suspiros, en los míos más que nada, ocultándome al viento, escapando de los silencios que se forman en nuestros besos, esos besos que se apoyan de mordidas y terminan en inevitables despedidas.

Miré atrás,

sonreí
observé todo
ayer, antier, hoy,
lloré.
Grité tan fuerte,
ensordecí,
perdí mi voz
mis ojos.
Rasgué mi alma,
la envenené
me gustó tanto,
estallé.

Suelo ser como todas esas palabras que inician igual.

Inestable, inmadura, interesante, ingenua, intrépida, inolvidable, insegura, infeliz, inquieta, inagotable, indirecta, indecisa, inadaptada, insensible.

Ser hermosamente insensible, fin.

Es más fácil culpar al viento

El viento debería de dejar de regresar lo que se lleva, de alejar lo que no queremos perder, de meternos en los ojos lo que no nos hace falta, de arrebatarnos lo que por tanto tiempo hemos cuidado, de destrozar lo que tanto nos ha costado construir y empolvar lo que descuidamos. 

Arruinando todo para estar segura de nada.

Me perdí en el intento.

Me encontré con que ya nada me pesaba, no sabes como me sorprendió seguir donde mismo. No era algo que pudiera haber evitado, simplemente te quedas en un estado de confort, del "no arriesgue" no es que me encante andar en contra de los dichos, pero en la corta experiencia adquirida, entre más arriesgaba más perdía, tal vez solo me gustaba desprender y no agarrar nada, así estaba acostumbrada o tal vez le daba más valor a otras cosas, total nadie dijo que era fácil sacarle chispa a una hierva mojada.

El cielo se volvió gris, pero mis ganas de luchar se alimentan de la ignorancia y la injusticia.

Quisiera transformar todo mi orgullo en amor, acabar con esas telarañas que me ofrecen una falsa protección y permitir darme en la madre tiernamente.

Cuando lo veas, dile que me gusta, así como todas las cosas malas que de mi le has dicho.

Sabes que algo ha cambiado, cuando descubres que lo único que no puede faltar en tu bolso es una libreta para escribir.

Inesperadamente te encuentras en medio de ese tipo de situaciones de donde es imposible escapar, pero tampoco te puedes quedar.

Obtener lo que quieres no siempre es obtener lo que debes.

Ni se imaginan la risa que me da,
andar ahí por el mundo valiendo madre,
cada rato, cada recuerdo, a cada suspiro, con cada tropiezo, por ser tan distraída.

No había querido darme cuenta
pero me asusta lo mucho que disfruto estar solo.



Encontrar el mejor lugar del mundo
y no querer compartirlo con nadie.

Fue solo un instante, luego ahí estaba yo, besando tu frente, tu cuello, tus ojos y tus labios, a salvo entre tus brazos... Después desperté, sólo fue cuestión de pensarlo un poco. 

Pudiendo penetrar en el túnel de la tranquilidad, te dejaste absorber por la complejidad de lo incierto y prohibido. Cuanta novedad.

Era nada y de nadie, todo de nadie. Era de todas y nadie me acariciaba, era olvidado y era rasgado; era escondido cuando quería ser visto y era todo exhibido cuando quería ocultarme.

Me preguntaba siempre a qué se debía, que por más que quisiera que ella fuera diferente, no lo era. Y también supongo que ella se preguntaba lo mismo de mi.

Entonces comprendí que había vuelto al odiado lugar del que una vez me fui y al que creí que jamás volvería, porque al menos así lo quería. 

Intenté de verdad intentarlo pero lo arruiné todo, como siempre.

Miraba la ventana a cada instante, como si así fuera a lograr que apareciera lo que tanto esperaba.

Efímeros besos de luces rojas.

Sin querer se me movió el universo, tardé como dos horas para darme cuenta. La verdad no lo he terminado de comprender por completo, no es tan fácil como muchos decían.

De esas veces que encuentras lo que necesitabas pero no estabas buscando y es en ese instante que comprendes que ya valió madre.

Quién iba a imaginarse que despertaríamos así de viejos, que nuestra imaginación se fundiría con el recuerdo creando una pared de telarañas pegajosas y muy engañosas.

Que nuestros amigos se irían perdiendo y la satisfacción del día la encontraríamos en la sonrisa regalada por desconocidos.

Dicen ternura, yo no sé si sea lástima.

Árbol de raíz podrida, envenenas al mundo con tus hojas. En tus sombra nadie se cobija.Árbol de ramas torcidas, ya ni el viento te acaricia sólo te miran en la lejanía.

Nunca imaginé que sería de mí mismo de quien sintiera tanto miedo...

Que descuido, fueron como dos segundos y todo se fue al carajo. Se pudo evitar, pero de nuevo fue tan solo un parpadeo y me costó el ojo izquierdo. 

Espero menos remordimiento, callar las voces que gritan desde mi conciencia, que se pierdan entre todos los silencios que se lleva el viento. 

No entendí si era mera coincidencia o si intentaba demostrarme lo vacía que puedo llegar a ser.

¿Por qué habría de importarte?

Si tu la pasas muy bien,
con tus playeras y pantalones de marca,
embriagándote con tus amigos y llevando a tu novia al cine,
en tus dos o tres baños diarios para refrescarte del calor.
Tu no pasas días sin comer
ni fue tu padre y hermano a los que balearon anoche mientras tocaban en el bar de siempre
a ti no te asaltaron ni robaron el dinero ahorrado con el que ibas a comprar el medicamento para tu madre con cáncer, tampoco fuiste tú el que tuviste que dejar la escuela para trabajar para que tu familia pudiera sobrevivir.
Tu no estudiaste con esfuerzos una carrera y te encontraste con que no hay trabajo.
No, tú te la pasas quejándote por tener mucha tarea,
porque la mesera tardó mucho en traer tus alimentos,
porque en la tienda de ropa no tenían la prenda de tu talla,
porque te tienes que levantar temprano para ir a la escuela
porque el transito te multó por ir a exceso de velocidad
porque todos tus amigos tienen un mejor celular que el tuyo
porque la persona de la que estas enamorada no te hace caso y crees que eres la personas más desafortunada del mundo.
Tú, te quejas de la gente que no valora lo que tiene y se creen el centro del universo.

¿Por qué nos acostumbramos a tanta mierda?

No importa por donde la veas, siempre hay alguien quejándose. ¿Pero realmente quién hace algo para cambiarlo? Tal vez en muchas ocasiones pueda no estar a nuestro alcance, pero hay que hacer que lo este. 

No se puede seguir así, no podemos estar tan acostumbrados a tanta basura, a tanto sufrimiento, a grandes muestras de una mayoritaria indiferencia social que nos mantienen encerrados en la caja de la mediocridad y el engaño.

No quiero buscar culpables, no los necesito. Quiero que abran su mente, agudicen sus sentidos, sean analíticos y dejemos de ser tan conformistas. 

Despegarnos de esa flojera que tanto nos caracteriza, del "que lo hagan otros", "como buen mexicano, dejo todo para el último" , y puedo seguir, pero saben perfectamente a que me refiero.

No suelo escribir enojada, ni estoy regañando a nadie, sólo intento hacer algo para que las cosas cambien. Lo que por el momento tengo a mi alcance.

Y cómo no me va a invadir la melancolía
si cada vez que miro tu fotografía
recuerdo cuando dijiste...
"Siempre te querré Lucía".

Debes deshacerte de todo lo viejo que ya no te sirve en caso de que quieras tener algo nuevo. Y si pasa algunas veces, porque dos objetos no pueden ocupar un mismo espacio al mismo tiempo.

No se acordaba que fuera tan bonita, ni que las arañas en su cabello habían sido hurtadas por aquellos extraños.

No sabía que era tan débil, ni que la imaginación le había salvado cuando no tenía escape.

No le habían dicho que la gente no era gente, ni que no importa donde, al final una puta siempre será una puta.

No podía encontrar a alguien que le hiciera quedarse, ni le daba importancia a los intentos, así le acostumbró la vida.

No lograba distinguir una voz clara entre tantos gritos, ni encontrar una respuesta certera entre tanta mentira.

De esas veces que se absorbe rápidamente.

Un rojo atardecer termina con la obscuridad de la noche que se avecina, se pierde con el agua estancada del charco que tanto me salpica y como siempre, me pierdo en la inmensidad de la estrella que siempre me ilumina.

Me molestan este tipo de momentos

donde tu ausencia me pesa en el recuerdo

como es que acariciaban tus manos mi cabello

y de mis labios arrebatabas besos.

Me molestan este tipo de momentos

donde soy agradable a tu vista

como juegas con mis sentimientos 

y en mis ojos descubres la pista.

Me molestan este tipo de momentos

donde rogarte ya no puedo

deja de jugar con mis sentimientos

qué no ves, estoy bastante viejo.

Me molestan este tipo de momentos

donde tanto tiempo me concentro

como sacando todo de adentro

y te escupo por escrito mis pensamientos.

Vamos a formar una constelación con los lunares que encuentres en mi piel, desde el ombligo hasta mi cien. Perdamos lentamente la razón y besa cada uno de ellos con pasión. 

Me voy a tomar un descanso de la rutina, es más, es posible que hasta encienda el televisor.También quiero uno de la hipocresía y el desamor, es más, es posible que hasta apague mi imaginación. Me voy a mirar en el espejo del retrovisor, es más, tomarme un descanso de lo posible y emprender la decisión.

-Soy una maldita-

Pedazo de cielo, te imagino dando vueltas en la cama

Con tu trova de fondo y mi imagen en tu cabeza.

-Soy una maldita-
Pequeño, en que ventarrones dejaste arrastrar tu inocencia
Nunca imaginaste el veneno que entraría en tu sangre.
-Soy una maldita-
Ahora hay una gran mancha en tu vida que borra tus sonrisa
Tus tierna mirada se nubla, llena de lágrimas.
-Soy una maldita-
No hay manera de reparar los daños
Nunca debí tomar ese asiento a tu lado
-Soy una maldita-
No debí escucharte cantar, ni permitirte mirarme mientras lo hacías
Debí quemar el libro, antes de que lo tomaras entre tus manos y me leyeras.
-Soy una maldita-
Fue un error conocernos tan bien y coincidir en casi todo
Olvida cada platica, imagina que no podíamos ni entablar una conversación.
-Soy una maldita-
No existo aquí ni existí allá, no fui nada
Recuerda todo, pero sin mí.

Necesito esfumarme de tus recuerdos, que olvides que fui yo primero.

Que suerte toparte con mis pasos, que falso que todo sea tan exacto.

Quizá fue todo un engaño, nunca debí refugiarte entre mis brazos.

Fue tú error creerme una deidad o una musa de la eternidad, soy un simple mortal que juega a enamorar. 

Ya no hay escape, ni es valido pedir perdón, sólo pido que lo olvides y mantengas fuerte tu dignidad. 

De pronto te despiertas un día y descubres que las cosas cambiaron, que tu pensamiento constante antes de dormir ha desaparecido, casi podría decirse que está a punto de caer en la inmensidad del olvido.

Con que asquerosa facilidad suceden las cosas, así como llegan se van.

Me arde la piel
de saber que nadie está...

Se me erizan hasta las venas
de encontrarme tan vacía.

Veo deslizarse a mis cabellos
y atorarse entre mis dedos
pero ya no los siento.

Escucho sólo mis suspiros
y me aterra pudrirme en el hubiera.

El soplido del viento acarreó un secreto a mi oído y dijo...

-ven, sigo dormido, las estrellas fueron cubiertas por nubes, ahogadas por tanto polvo, y fue este mismo, que me hizo perderme en lo infinito de mis vejez, ahora quisiera despertar, seguir mi camino y ya no vivir del olvido.

Efímeros regresos

No puedo liberarme de esto que me ata a estar lejana, porque prefiero extrañarte, prefiero que sencillamente esto sea lo que nunca fue, que exista una gran caja en un rincón de nuestra existencia, de cosas que nunca nos dijimos.


Tan solo quedan promesas que se van con las estaciones y regresan cada vez que el anhelo se acumula, cada vez que la soledad inunda.

Eme aquí, frente a un blanco pedazo de hoja, con recuerdos tan irreales que se ocultan detrás de otros, dejándome toda perdida en el tiempo y espacio. Cuestionándome quien sabe cuantas cosas sobre sueños que revientan ante la realidad, intentando no esperar más, no anhelar más aquello que simplemente no debe existir.

Supongo que es tan sólo esa extraña afición a tus labios o la inesperada sensación que me produces después de rozar mi piel, posiblemente por ese sentir en mi estomago cada vez que te recuerdo.

No estoy enamorada ni nada por el estilo, ha de ser mal de ojo o una de esas cosas en las que creen las abuelitas. 

De nuevo

De esas veces que estás a punto de tropezar con la piedra que has venido tropezando desde hace más de cuatro años.

Tengo bastante curiosidad, quiero creer que las vueltas que da el mundo han hecho cambios favorables, -como lo he creído las cuatrocientas veces anteriores-, ojalá no me hagas caer por completo, ojalá no me desvanezca con el tiempo, ojalá que ni si quiera tenga la necesidad de buscar una salida -de nuevo-

Me comí las palabras para describir lo que siento

Me comí las palabras para describir lo que siento, pero va muy relacionado con anhelar regresar el tiempo.Sentarme en sus rodillas, acariciar sus mejillas y jugar con sus manos; escuchar sus historias, oírle contar a lujo de detalle sus vivencias, sentir su tono de preocupación regañandome. 

Quisiera tanto poder volver a abrazarle, sentir el latido de mi corazón en su pecho y escuchar como retumbaba en mis oídos.Besar su frente una y otra vez, despertar cada domingo con el sonido del teléfono anunciando su visita.

Solía tratarme como a una reina, solía ser la mujer más afortunada cuando estaba a su lado, no podía ver un rostro triste o desanimado en mí, siempre sabía como sacarme un sonrisa, era tan sencillo, el simple hecho de ver la luz en sus ojos, en esas arrugas alrededor, que me conmovían y hacían pensar en toda su experiencia, en todo lo que él ya había degustado de la vida, en todos los errores y aciertos que había tenido, entonces era obvio que yo debía sonreirle a la vida.

¡Carajo! Cuanto extraño oír decir a sus labios, que soy la luz de sus ojos... 

Una disculpa si te molesta que no sea como una de esas mujeres sumisas con las que estás acostumbrado a tratar. Lamento mucho que ellas no te expresen su sentir, me siento muy apenada de que no estés de acuerdo conmigo por defender lo que creo, no tienes de idea de cuanto me apena que te moleste el hecho de que no logré quedarme callada cuando intento exponerte mi punto de vista sobre la vida. Fin. 

PD: Gracias por otorgarme el placer de discutir contigo sin oírte gritar. 

Fragmentos de mi ensayo "El día en que compartiremos letras"

El fracaso escolar en México, es un tema de mucho interés entre los maestros de educación básica, pero, ¿alguno habrá atribuido este fracaso a la falta de lectoescritores?


...


Leer nos lleva a mundos que jamás imaginaríamos que existan, leer libera, mejora nuestra expresión oral y escrita, nos hace personas críticas, nos hace descubrir y experimentar con las letras de otros. Nos enseña a escuchar los pensamientos, nos hace reflexionar, nos hace seres pensantes, nos hace más humanos, educa nuestra mente, la hace saludable, nos llena de sensibilidad pero a la vez nos hace fuertes. Leer nos da los temas para conversar con nuestros amigos, familiares, alumnos, nos hace un país culto. 

Primer fragmento de mis escritos escolares

La más grande belleza está adentro y las apariencias muchas veces tan solo nos llevan a falsos conceptos de felicidad, la variedad es lo que hace la vida más interesante y te da cierto carácter al no ir siempre tras la manada como animalitos, tras muchas causas que posiblemente no tienen razón de ser ni beneficio alguno.

Yo no soy una de esas chicas

No soy de esas chicas que aman la ropa y el maquillaje.

No soy de esas chicas que hablan a tus espaldas para quedar bien.

No soy de esas chicas se enamoran perdidamente de alguien porque esta bien bueno o tiene mucho dinero.

Tampoco soy de esas que dejan de comer para lucir un cuerpo despampanante o se sientan a ver telenovelas por horas.

No soy de esas chicas que escuchan la música de moda y se la pasan de antro.

Menos de esas que te miran de pies a cabeza para saber si te regalan una sonrisa verdadera o una completamente falsa o de esas que miran tu ropa y tu peinado antes que tu  mirada y tu estado de ánimo.

Yo soy una chica que ama los libros, las golosinas, las aventuras, disfrutar con mis amigos, un delicioso platillo de comida todos los días, sonreír le a la vida sólo porque me nace, ayudar a los que quiero y a los que no también, aprender y tomar lo mejor de cada situación que vive, enamorarse de las mentes y las miradas de sinceridad y experiencia. Amo ser una de estas chicas y no de las otras.

Odio ser tan rencorosa, pero odio más pretender que nada paso.

Me he cansado de fingir, de pretender, de dar una falsa cara, de las malditas apariencias, de todo lo que se reprime y se olvida como si nunca hubiera sucedido. Ya estoy harta. No quiero perdonar, no quiero olvidar, quiero que las cosas cambien, pero la verdad, a estas alturas no creo que eso sea posible, si no cambiaron en más de 10 años no creo que lo hagan ahorita. Siempre tengo que ser yo la que cargue con un peso que no debería. Que se joda intensamente, adiós. 

El barbagundo de mi vida

El barbagundo de mi vida. 
Usando sus ropas viejas y olorosas.
Quemando sus pestañas para abrirse camino.
Él a nadie miraba, nada le importaba. 
Sus labios secos hablan de su sufrimiento.
Las arrugas en su rostro desgarran lo que tocan.

El barbagundo de mi vida

LLena su mochila de recuerdos.

Oculta sus pecados a la sombra de su sombrero.

Tiene barbas de alambre;

 las usa  para contar  los atardeceres.

Y con un bastón de la vida se sostiene.

Cuando una luz que nos iluminaba se apaga

Es algo increíble, llegué a pensar que el dolor nunca se apartaría, que en ese instante me consumiría; ni si quiera recuerdo de que color era, como olía o si tenía algún sabor, tan sólo me encontraba en un túnel sin salida, en un laberinto en tinieblas donde me topaba con cada muro y me quedaba enterrada por las piedras que se desprendían. El polvo que se introducía en mi pecho era como veneno y quemaba todo por dentro.

Pero ya no duele, ahora se siente como la tranquilidad de un atardecer en llamas, porque a pesar de estar ardiendo no quema.

Hoy me están dando ganas de exprimirte las entrañas, si estás de acuerdo claro está.

¿Qué vamos a hacer cuando todo quede irreparable?

Cuando ya no se puedan pegar los vidrios rotos
Cuando las hojas de los arboles hayan sido arrancadas
Cuando dejes todo mordisqueado el pastel y nadie más pueda comerlo

¿Qué va a pasar con todo lo olvidado?

Lo que nadie nos permitió que supiéramos
Lo que era más agradable dejar de lado (más no así erradicar tu existencia)
Lo que nadie pudo explicar, nadie logró entender

De esas veces que te zafas y sales como si nada

Mi corazón encontró la estación del olvido, estaba cerca de la decepción y a un lado de una sin nombre pero que irradia alegría

Un poco tardé, pero al fin me dí cuenta que debía estar sola para encontrarla, nadie debía mostrarme el camino, nadie debía tomarme de la mano hasta allí, pues esas estaciones eran tan solo ilusiones, un tanto intangibles que solo me llevaron a fracasos de los que me fue difícil zafarme.

Ahora estoy como al principio, mentira, estoy mucho mejor, estoy toda aprendida, toda con experiencia, toda feliz. Estoy como un pedazo de tela que ensuciaron después de nueva, pero que ahora la lavaron y tiene ese olorsito que te caracteriza, mucho mejor.

Por eso, soy de esas personas que no se arrepienten de nada, porque saqué y le arranqué lo mejor que pude, me dí un buen chingadazo y ahora no me vuelvo a caer, no donde mismo ni por las mismas razones.

Acostarte en el pasto y mirar las nubes a través de las ramas de los arboles -después de patinar- debe ser uno de los más grandes placeres de la vida.

Hola me llamo Estefanía, me gustan las hamburguesas con piña y soy muy feliz, adiós.