a nada me sabe
y ni si quiera me arrepiento.
Se apagaron mis rosas de septiembre
no debí dejarlas al sol
tanto me esmeré en cuidarlas
y sin saber las fui matando.
De nada me sirven mis lunares
a veces pienso que son esos besos
esos besos que no dí
y estallan como puntitos color café en mi piel.
Me asustan mis miradas
porque no sé callarlas
ni sé que tanto hablan
nunca puedo controlarlas.
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