13 may 2012

No se acordaba que fuera tan bonita, ni que las arañas en su cabello habían sido hurtadas por aquellos extraños.


No sabía que era tan débil, ni que la imaginación le había salvado cuando no tenía escape.


No le habían dicho que la gente no era gente, ni que no importa donde, al final una puta siempre será una puta.


No podía encontrar a alguien que le hiciera quedarse, ni le daba importancia a los intentos, así le acostumbró la vida.


No lograba distinguir una voz clara entre tantos gritos, ni encontrar una respuesta certera entre tanta mentira.


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