mirenle de nuevo tomar las flores secas de su jardín y meterlas en un libro, mirenle como apresura el paso al caminar sin saber a donde va, pero que sorprendente seguridad! quien corre tan rapído con los ojos vendados!? quien sonríe tanto a los desconocidos!! pero que locura es mirarle gritar y saltar de una felicidad que solo ella comprende, pero no es feliz para que la vean y comprendan los demás, ni si quiera en un instante de cordura pasan por su mente, su mente, su mente su complicada y enredada mente, esa que por ser azul se pinta de mas morado en veces sin dejar si quiera un poco de ser verde, ese verde con el que despierta cada mañana, sin si quiera importarle ni recordarlo hasta que de boca de otros escucha, es en esos momentos en los que recuerda, si porque al mirar al espejo solo el viento sabrá que calla, y mucho la lluvia que moja, que curiosidad tan asombrosa y que bellos los ojos que en su mente ahora brillan, si, si, esos que escondidos bajo los espejos mal acomodados guarda.