19 oct 2010

¡pero si ni el otoño a llegado!


Cuando menos, esta vez tengo una ventaja que la temporada pasada no tenía, ya no recuerdo como es el invierno, ya no recuerdo tus mirada, ni tu voz -maldición tu voz si- ya no se como caminas, ni el color de tus cabellos, ya no se como se mueven tus labios cuando hablas, lo eh olvidado. Cuento con esta gran ventaja, que por dentro me acaba, desearía tanto no odiar tenerla, así como desearía no odiar tanto los días de nieve.

Ya no se si estas jugando o soy yo misma jugando a que juegas. Ya no se, ni quiero saber nada del asunto. Mejor hare como que me mezclo con el viento.

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